NUEVAMENTE LA REPRESIÓN CONTRA EL ARTE Y LA LIBRE EXPRESIÓN EN TIGRE

El sábado 28 de febrero a las 17 hs debió llevarse a cabo el "FESTIVAL POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ARTE CALLEJERO EN TIGRE"; lamentablemente esto no pudo ser así, dado que en Tigre los "espacios públicos" no son tan públicos y la posibilidad de manifestarse es fuertemente reprimida.
A las 16:30 recibimos una llamada telefónica del jefe de calle diciendo que no se podía realizar el festival, que no nos podíamos manifestar y distintas amenazas.
Ni bien llegamos al lugar donde donde pensábamos manifestarnos artísticamente, vimos sentado en el bar del otro lado de la calle al comisario de Tigre junto con el jefe de calle, ambos de civil y hablando por handy. Al ver estos que comenzaban a llegar las murgas con sus bombos se acercaron a uno de los asistentes al festival y lo amenazaron diciendo que si sonaba un bombo llamarían a la grúa para que se lleve a "esa camionetita y ese autito que tienen" (¿la próxima amenazarán con expropiarnos nuestras casas?!!!)
Continuaba llegando gente; ya habíamos desplegado las banderas y se estaba realizando una exposición de un joven fotógrafo de Tigre, cuando en un momento cruzan varios policías de civil y uniformados, pero ninguno de ellos con identificación (ni siquiera los de uniforme llevaban el nombre en este), y al hacerles notar esto solo uno saca su cédula de policía (eran aproximadamente ocho). Acto seguido el comisario nos dice que no quiere que se realice el festival, que no se puede realizar ninguna actividad artística en Tigre centro y que tenía ordenes, pero al pedirle que nos muestre la orden nos ignoró, cruzando todos nuevamente del otro lado de la calle. Cada vez iban llegando mas policías, ya sumaban mas de ocho los móviles y no llegamos a contar los efectivos.
Como las murgas (a las que ellos llaman "ruido") es lo que mas les molesta y ante las amenazas, se decide guardar los bombos y comenzar con la obra de títeres; la cual estaba siendo disfrutada por mas de 20 niños, entre ellos los de una de las murgas que se habían quedado con las ganas de bailar. EN MEDIO DE UNA OBRA DE TÍTERES irrumpió la policía junto con infantería y apoyo de prefectura desde el río (TANTO DESPLIEGUE POR UNA OBRA DE TÍTERES!!!) despejando con patadas, empujones y bastonazos a la gente allí concentrada (niños, papas, vecinos, asambleístas, turistas). Los padres y vecinos que se colocaron tomados de los brazos entre los policías y los niños y demás concurrentes continuaron siendo golpeados con bastonazos de punta (dejando moretones marcados que se pueden ver en las filmaciones).
Ante todo este atropello espontáneamente comenzamos a palmear y a cantar "NO A LA REPRESIÓN" y empujados por la policía salimos del lugar con los niños y comenzamos a marchar hacia la municipalidad que estaba a tan solo dos cuadras, sin parar de cantar la consigna y de palmear. Nunca pudimos llegar hasta allí; ya que a la altura de la estación de Tigre vieron como excusa que los adultos se demoraban en correr de delante de una camioneta policial (que venía avanzando desde el fondo de la marcha) para dar tiempo a apartar a los niños y bajandose de esta camioneta comenzaron a "cazar" a los manifestantes.
Entre varios oficiales se sujetaba y golpeaba a las personas en el suelo sin posibilidad de defensa alguna, también le volaron el diente de un bastonazo en la boca a una vecina y golpearon a una persona con una criatura en brazos.
No fue suficiente esto, impunemente comenzaron a disparar balas de goma en pleno centro de Tigre ante la sorpresa de usuarios de colectivo y tren y familias que estaban paseando, algunos de los cuales también fueron agredidos.
Un grupo de manifestantes fue perseguido por seis cuadras por infantería y policía, disparándoles balas de goma hasta que lograron refugiarse en la casa de una vecina.
Todo culminó con varios heridos (entre ellos una niña con la rodilla muy golpeada e inflamada) y nueve detenidos (siete hombres y dos mujeres) en la comisaria primera de Tigre.
No todos fueron detenidos en el mismo momento, ya que la "cacería" continuó como por una hora por lo menos. Uno de los detenidos era un hombre que se encontraba orinando en el baño de la estación, y desde allí se lo llevaron ante su asombro por cometer el delito de "tener pelo largo y barba"; ante la pregunta de porque lo detenían le contestaron "ya te vas a enterar en la comisaría".
Otro de los detenidos fue un joven que se vio rodeado por ocho patrulleros en la puerta de una heladería cercana al grito de "este es el que tiene el arma!", fue reducido y golpeado ante el asombro de la gente que allí se encontraba y el arma nunca apareció (¿será que la escondió dentro de un tacho de helado de kilo?)
Los patrulleros siguieron dando vueltas con su puerta trasera abierta y policías con armas asomando por estas por un buen rato.
Cuando todo se tranquilizo un poco comenzamos a concentrarnos en la puerta de la comisaría decenas de autoconvocados esperando la liberación de los vecinos, compañeros y familiares. La guardia duro cuatro horas y media hasta que fue liberado el último de los detenidos.
Uno de los oficiales exclamó en la comisaría "¿a estos habría que haberlos matado en los 70!" (la mayoría de los detenidos ni siquiera había nacido en esa época!)
Luego nos dirigimos un grupo acompañando a los detenidos a la guardia del Hospital de Tigre, ya que todos estaban golpeados, algunos muy doloridos y una de las mujeres con un diente menos; pero no fueron atendidos aduciendo la falta de personal. Por ese motivo nos trasladamos al hospital de Pacheco, donde solamente pudieron obtener placas radiográficas pero ninguna atencion médica por motivos similares.

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