jueves, 6 de octubre de 2011

DESTRUCCIÓN (PUBLICACIÓN DISARMO # 11)

El Estado produce y reproduce las condiciones que lo hacen supuestamente necesario, por lo tanto no existe desde que las primeras personas pisaron este planeta. Por eso rechazamos la variedad de cosas que llevan al Estado como conclusión. Cuando por ejemplo desde la lucha anarquista se plantea la abolición de las cárceles o se grita "pres@s a la calle", es una crítica y una lucha que abarca a la cárcel, pero como parte integrada de un todo, de lo que la genera: llámese Estado, Capital, gobiernos. Es incoherente estar contra el sistema penitenciario y no estar contra que y quienes lo mantienen, en buen o mal funcionamiento. Como es de ilus@s oponerse a la invasión a Irak, y no oponerse a la democracia y al Capitalismo, que es lo que la permite y además la impulsa.

Esto nos quiere mostrar lo imposible de encontrar libertad en este sistema.

Podemos generar espacios tanto físicos como mentales para luchar por la libertad, pero siempre teniendo en cuenta que en esta sociedad miserable solo podemos construir sobre la miseria, si bien es necesario y deseable satisfacer nuestros deseos de revuelta.

¿Entonces qué? ¿Ya nada tiene sentido? No lo sabemos. Es haciendo que sabremos si el hacer tiene sentido, esperando solo aprenderemos a esperar. Desde estas hojas no se propone hacer camino al andar ciegamente, sino teniendo en cuenta

lo miserable de este mundo, para no repetir los esquemas que despreciamos. Para no dar los mismos pasos solo que en otra dirección... daremos saltos y patadas.

Libertad sin destrucción es reformismo y sumisión. Destrucción sin libertad es autoritarismo para mantener todo igual.

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