”Este es un nuevo peldaño en la escalera de sus vidas”, decía con su premeditada voz impostada la descatalogada directora. Pobre, se sentía orgullosa de ser útil al sistema y era utilizada.
Sin embargo lo que más recuerdo de aquel primer día de cuarto grado, fue la ceremonia en la que se nos daba las lista de materiales escolares, que incluía muchos borra tintas y boligomas que traían hombres rana u otras cosas flotando en su interior…y algún que otro texto. Un especie de clase de introducción al consumismo. Yo, con los años, imaginaba a nuestros padres esperando fuera del aula, ansiosos de saber cuanto se iría de su presupuesto mensual con la educación de sus hijos, como si fuera una sala de parto.
Sin embargo mi curiosidad se impuso al aburrimiento al escuchar que se nos pedía un “planisferio con división política”. Primero indague sobre qué era un planisferio. No muy convencido de que se trataba de un mapa con los cinco continentes, me aboqué a la tarea de averiguar en que consistía eso de la “división política”.
Siguiendo el consejo de mi maestra de tercero le di uso a ese libro que parecía tener todas las soluciones a los problemas del ser humano, casi a la par de las Biblia y las Constituciones: el diccionario.
Allí descubrí que dividir era separar por partes iguales. Entonces mi incertidumbre aumentó y comencé a preguntarme ¿Qué relación puede haber entre separar y la igualdad? Otra definición me acercó un poco más a la realidad, ya que hablaba de “desunir y sembrar la discordia”.
Algo temeroso viajé de la “D” a la “P” en busca de la palabra “política” y de algo que me regale una tranquilidad con gusto a inocencia. Pero mis ganas chocaron con la fría letra del “mataburros”, como decía mi vieja: Allí se hablaba de “asuntos que le interesan al Estado”, “arte referente al gobierno de los Estados”, “arte de conducir un asunto para alcanzar un fin” y cosas de ese tipo. ¿En que museos expondrían sus obras los artistas de la política? Con el tiempo comprendí que su arte era el de dividir y éste era su medio para alcanzar su fin, una patética obra de arte de la que forman parte los chicos comiendo de la basura y las infinitas colas de desocupados un lunes a las seis de la mañana. Pensé también que no era casual lo de “Partidos políticos”, ya que partir y dividir eran sinónimos y estos copian del Estado, que aman o critican, sus jerarquías y reglas. Luego se pelearán entre ellos en la plaza para ver quien pone la bandera más adelante y así salir en la tele para que los vea su mamá.
Más allá de mi incertidumbre tenía solo nueve años y con las dos definiciones a cuestas, fui a la librería de Carlitos y me lo compré. Allí me dijo que lo de división política era porque venía con los límites de los países marcados. Hoy, las fronteras de ese planisferio de cuarto grado son diferentes, se borraron, corrieron o modificaron según el arte de los asuntos de los Estados.
El primer acto de aquel cuarto grado fue un 2 de Abril. Hoy entiendo que esa fecha era el mejor ejemplo de división política. Muchos pibes, que se habían comprado muchos planisferios, ya no estaban por los artistas de la política, el Estado y sus asuntos.
Y en nombre de alcanzar un fin, desunieron o sembraron la discordia. Mataron gente.
En quinto grado empezó la guerra del golfo, después fue en Yugoslavia y luego otros tantos conflictos en muchos otros lugares. Todos los años, el planisferio cambia. Y ellos, los poderosos definen en sus despachos sus divisiones políticamente correctas.
Lo que la descatalogada directora no aclaró aquel primer día de cuarto grado, era si la escalera nos llevaba hacia arriba o irremediablemente hacia abajo.
Sin embargo lo que más recuerdo de aquel primer día de cuarto grado, fue la ceremonia en la que se nos daba las lista de materiales escolares, que incluía muchos borra tintas y boligomas que traían hombres rana u otras cosas flotando en su interior…y algún que otro texto. Un especie de clase de introducción al consumismo. Yo, con los años, imaginaba a nuestros padres esperando fuera del aula, ansiosos de saber cuanto se iría de su presupuesto mensual con la educación de sus hijos, como si fuera una sala de parto.
Sin embargo mi curiosidad se impuso al aburrimiento al escuchar que se nos pedía un “planisferio con división política”. Primero indague sobre qué era un planisferio. No muy convencido de que se trataba de un mapa con los cinco continentes, me aboqué a la tarea de averiguar en que consistía eso de la “división política”.
Siguiendo el consejo de mi maestra de tercero le di uso a ese libro que parecía tener todas las soluciones a los problemas del ser humano, casi a la par de las Biblia y las Constituciones: el diccionario.
Allí descubrí que dividir era separar por partes iguales. Entonces mi incertidumbre aumentó y comencé a preguntarme ¿Qué relación puede haber entre separar y la igualdad? Otra definición me acercó un poco más a la realidad, ya que hablaba de “desunir y sembrar la discordia”.
Algo temeroso viajé de la “D” a la “P” en busca de la palabra “política” y de algo que me regale una tranquilidad con gusto a inocencia. Pero mis ganas chocaron con la fría letra del “mataburros”, como decía mi vieja: Allí se hablaba de “asuntos que le interesan al Estado”, “arte referente al gobierno de los Estados”, “arte de conducir un asunto para alcanzar un fin” y cosas de ese tipo. ¿En que museos expondrían sus obras los artistas de la política? Con el tiempo comprendí que su arte era el de dividir y éste era su medio para alcanzar su fin, una patética obra de arte de la que forman parte los chicos comiendo de la basura y las infinitas colas de desocupados un lunes a las seis de la mañana. Pensé también que no era casual lo de “Partidos políticos”, ya que partir y dividir eran sinónimos y estos copian del Estado, que aman o critican, sus jerarquías y reglas. Luego se pelearán entre ellos en la plaza para ver quien pone la bandera más adelante y así salir en la tele para que los vea su mamá.
Más allá de mi incertidumbre tenía solo nueve años y con las dos definiciones a cuestas, fui a la librería de Carlitos y me lo compré. Allí me dijo que lo de división política era porque venía con los límites de los países marcados. Hoy, las fronteras de ese planisferio de cuarto grado son diferentes, se borraron, corrieron o modificaron según el arte de los asuntos de los Estados.
El primer acto de aquel cuarto grado fue un 2 de Abril. Hoy entiendo que esa fecha era el mejor ejemplo de división política. Muchos pibes, que se habían comprado muchos planisferios, ya no estaban por los artistas de la política, el Estado y sus asuntos.
Y en nombre de alcanzar un fin, desunieron o sembraron la discordia. Mataron gente.
En quinto grado empezó la guerra del golfo, después fue en Yugoslavia y luego otros tantos conflictos en muchos otros lugares. Todos los años, el planisferio cambia. Y ellos, los poderosos definen en sus despachos sus divisiones políticamente correctas.
Lo que la descatalogada directora no aclaró aquel primer día de cuarto grado, era si la escalera nos llevaba hacia arriba o irremediablemente hacia abajo.
Cualquier parecido con el ejercito, no es coincidencia
2 comentarios:
podrian haber hecho una mejor pagina no yo busco los continentes no invisibles entienden
esto es porqueria cambienle el nombre entoncess a sta pagina......shit. no pude conseguir lo ke kise
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